Ganó la lotería de Suecia hace 25 años y ahora el banco bloquea su cuenta

Hace veinticinco años, la vida de Izzet Erdis cambió de manera radical. Este ciudadano sueco, entonces de 39 años, ganó un premio millonario en la lotería de Suecia que le permitió vivir con tranquilidad y sin preocupaciones económicas durante décadas. Sin embargo, lo que en 1999 fue motivo de celebración se ha transformado en 2025 en una pesadilla burocrática.

A sus 64 años, Erdis no puede acceder a su propio dinero porque su banco decidió congelar la cuenta donde guardaba el premio de la lotería de Suecia que ganó hace varios lustros, alegando que no puede demostrar la procedencia de los fondos. El caso salió a la luz en septiembre y rápidamente se viralizó en Suecia y en otros países, generando un intenso debate sobre los límites de las normativas financieras. La mayoría de los ganadores de lotería tienen una vida feliz y despreocupada,  como Edwin Castro, ganador de la Powerball en 2022,  pero en ocasiones, las cosas se tuercen.

De multimillonario a llevar una vida precaria 

Según relató el propio Erdis a medios locales, la sorpresa fue mayúscula cuando descubrió que su cuenta estaba bloqueada. La entidad bancaria le explicó que la medida respondía al endurecimiento de las leyes contra el blanqueo de capitales y la financiación ilícita, que obligan a justificar el origen de cualquier suma significativa de dinero. El problema es que, después de un cuarto de siglo, Erdis ya no dispone de los documentos que acreditaban su premio. 

La empresa de lotería, por su parte, no está obligada a conservar registros tan antiguos, lo que deja al ganador en un limbo legal. “Me siento como un criminal”, declaró, subrayando que su único “delito” fue haber ganado un premio legítimo.En los últimos años, Suecia ha reforzado de manera estricta sus controles financieros. Los bancos están obligados a congelar fondos cuando los clientes no pueden presentar pruebas convincentes sobre la procedencia del dinero. 

Aunque estas medidas buscan proteger al sistema de actividades ilícitas, también generan efectos colaterales: ciudadanos comunes que, como Erdis, terminan atrapados en una burocracia que los priva de su propio patrimonio. El caso ha despertado indignación en la opinión pública. Muchos suecos han compartido experiencias similares, denunciando bloqueos inesperados de cuentas por no poder justificar transacciones antiguas. 

Mientras tanto, la vida cotidiana del ganador de la lotería de Suecia se ha vuelto precaria. Según sus declaraciones, apenas logra cubrir sus gastos básicos, una ironía amarga para alguien que en su momento tuvo asegurada la estabilidad económica. Ahora, serán las autoridades suecas quienes determinen si puede recuperar el acceso a su fortuna, tras una investigación que confirme que los fondos no provienen de actividades ilícitas.

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